Sangre
La Hermandad de la Sangre, cuya denominación oficial es Pontificia, Real, Muy Ilustre y Venerable Archicofradía del Santísimo Cristo de la Sangre, María Santísima de Consolación y Lágrimas, y del Santo Sudario.
Sus orígenes están en 1507, siendo, posiblemente, la cofradía más antigua de la ciudad. En 1921 se le concedió el título de Real, además de la aceptación por los Reyes de España, de los nombramientos como Hermano Mayor Honorario y Camarera de Honor. En 1922, por obra del Hermano Mayor Antonio Baena, el infante Jaime de Borbón entrega a la Archicofradía el Pendón de Castilla. Con los sucesos de 1931 se perdió gran parte del patrimonio, incluyendo diversas tallas del escultor Francisco Marco Díaz-Pintado, salvándose la Virgen de Consolación y Lágrimas por no encontrarse en la desaparecida iglesia de la Merced. En el año 1940, comienza su reorganización que llega a su esplendor con la construcción de la casa hermandad en 1990.
El Cristo de la Sangre es venerado desde el siglo XVI hasta 1931, la talla de un Crucificado, de autor anónimo, concebido con la cabeza desplomada hacia la derecha, coronado de espinas, faldellín de tejido y fijado a la cruz con tres calvos, con el pie derecho montado sobre el izquierdo. Se desconoce exactamente su ejecución, pero por sus características se le sitúa en el siglo XV. El titular de la Sangre fue destruido en 1931 en la iglesia de la Merced, y con él, gran parte del patrimonio histórico-artístico, lo que demoró su reorganización. Antonio Baena, su hermano mayor desde 1920, fue asesinado durante la guerra civil española. La nueva etapa se inició en 1940, y al año siguiente, ya se hizo realidad la talla del actual Cristo. En 1963, Pérez Hidalgo talló el grupo de Longinos a caballo y el auriga, sustituido por el que procesiona en la actualidad. En 1991 se celebró el cincuentenario de la bendición de la actual imagen obra de Francisco Palma Burgos (Málaga,1918 - Úbeda,1985) siendo el acto central de la efemérides el Pregón del Cincuentenario, pronunciado por el archicofrade Adolfo de Clemente Martínez quien fuera presentado por Alberto Jiménez Herrera (pregonero de la Semana Santa de Málaga en ese mismo año), el acto tuvo lugar en la parroquial de la Santa Cruz y San Felipe de Neri de Málaga, sede canónica de la Corporación. Entre los asistente se encontraba el sacerdote y canónigo magistral de la S. I. Catedral de Málaga, Luis Vera Ordaz (Segovia, 1907 - Málaga, 2004) en su calidad de Director Espiritual de la Archicofradía y Párroco de la Santa Cruz y San Felipe de Neri en el año de la bendición de la Imagen. Este sacerdote que sufrió prisión en 1936 por las misma fechas que también fuera preso Antonio Baena Gómez (Málaga, 27.04.1873 - Málaga, 22.08.1936), desveló al pregonero del Cincuentenario en presencia de Ricardo Berrocal Delgado, Hermano Mayor y José Santiago Parragas, Tte. Hermano Mayor las circunstancias en que, como sacerdote, escuchó en la cárcel la última confesión de Antonio Baena horas antes de que fuera fusilado el día 22 de agosto de 1936.
Representa el momento de la lanzada. El grupo escultórico de la Sangre desarrolla el momento de la transflxeión del Redentor por el lancero, y para ello se centra en el relato de San Juan; el único de los evangelistas que asegura que Cristo ya estaba muerto cuando recibió la lanzada.
Sus orígenes están en 1507, siendo, posiblemente, la cofradía más antigua de la ciudad. En 1921 se le concedió el título de Real, además de la aceptación por los Reyes de España, de los nombramientos como Hermano Mayor Honorario y Camarera de Honor. En 1922, por obra del Hermano Mayor Antonio Baena, el infante Jaime de Borbón entrega a la Archicofradía el Pendón de Castilla. Con los sucesos de 1931 se perdió gran parte del patrimonio, incluyendo diversas tallas del escultor Francisco Marco Díaz-Pintado, salvándose la Virgen de Consolación y Lágrimas por no encontrarse en la desaparecida iglesia de la Merced. En el año 1940, comienza su reorganización que llega a su esplendor con la construcción de la casa hermandad en 1990.
El Cristo de la Sangre es venerado desde el siglo XVI hasta 1931, la talla de un Crucificado, de autor anónimo, concebido con la cabeza desplomada hacia la derecha, coronado de espinas, faldellín de tejido y fijado a la cruz con tres calvos, con el pie derecho montado sobre el izquierdo. Se desconoce exactamente su ejecución, pero por sus características se le sitúa en el siglo XV. El titular de la Sangre fue destruido en 1931 en la iglesia de la Merced, y con él, gran parte del patrimonio histórico-artístico, lo que demoró su reorganización. Antonio Baena, su hermano mayor desde 1920, fue asesinado durante la guerra civil española. La nueva etapa se inició en 1940, y al año siguiente, ya se hizo realidad la talla del actual Cristo. En 1963, Pérez Hidalgo talló el grupo de Longinos a caballo y el auriga, sustituido por el que procesiona en la actualidad. En 1991 se celebró el cincuentenario de la bendición de la actual imagen obra de Francisco Palma Burgos (Málaga,1918 - Úbeda,1985) siendo el acto central de la efemérides el Pregón del Cincuentenario, pronunciado por el archicofrade Adolfo de Clemente Martínez quien fuera presentado por Alberto Jiménez Herrera (pregonero de la Semana Santa de Málaga en ese mismo año), el acto tuvo lugar en la parroquial de la Santa Cruz y San Felipe de Neri de Málaga, sede canónica de la Corporación. Entre los asistente se encontraba el sacerdote y canónigo magistral de la S. I. Catedral de Málaga, Luis Vera Ordaz (Segovia, 1907 - Málaga, 2004) en su calidad de Director Espiritual de la Archicofradía y Párroco de la Santa Cruz y San Felipe de Neri en el año de la bendición de la Imagen. Este sacerdote que sufrió prisión en 1936 por las misma fechas que también fuera preso Antonio Baena Gómez (Málaga, 27.04.1873 - Málaga, 22.08.1936), desveló al pregonero del Cincuentenario en presencia de Ricardo Berrocal Delgado, Hermano Mayor y José Santiago Parragas, Tte. Hermano Mayor las circunstancias en que, como sacerdote, escuchó en la cárcel la última confesión de Antonio Baena horas antes de que fuera fusilado el día 22 de agosto de 1936.
Representa el momento de la lanzada. El grupo escultórico de la Sangre desarrolla el momento de la transflxeión del Redentor por el lancero, y para ello se centra en el relato de San Juan; el único de los evangelistas que asegura que Cristo ya estaba muerto cuando recibió la lanzada.